El cine para adultos es una industria fructífera en Japón. Las producciones se difunden en cantidades alarmantes. Prácticamente, forma parte de la economía. De hecho, algunos estudios e investigaciones señalan que el cine porno japonés representa un 1% del PIB nacional. Se vende en toda clase de establecimientos, incluyendo librerías y supermercados.
La pornografía japonesa es excéntrica. Al menos para nosotros en occidente. Habitualmente suele estar censurada y añaden elementos fantásticos, como calamares y demonios, para crear un tipo de porno único en su especie. El espectáculo está asegurado.
También debemos subrayar la animación japonesa e ilustrada para adultos, también conocida como Hentai y manga +18, que parece ser incluso más popular que el cine porno japonés de acción real. Es lógico. Los japoneses son fanáticos asiduos del manga y anime y prefieren consumir este tipo de contenido.
En esta publicación explicaremos cómo es el cine pornojaponés, en qué se fundamenta y por qué suelen censurarlo con píxeles. Quédate, ya que esta información está interesante.
Conociendo el cine porno japonés
El cine porno japonés es una industria que inicialmente se comerciaba ilegalmente en formato DVD, pero que gracias a la innovación tecnológica, está al alcance de un clic en cualquier plataforma de distribución para adultos.
Se caracteriza por mujeres japonesas, de busto pequeño, trasero firme y excentricidades. Es un porno versátil con una amplia cantidad de aristas y elementos como, violaciones, masturbación y recreaciones de situaciones de la vida cotidiana, como oficinas o colegios.
El género ‘colegialas’ es, quizás, el más popular en la pornografía japonesa. No solamente en acción real, también en anime y manga. De hecho, lo que más consumen los japoneses es porno de mujeres haciéndose pasar por niñas, conocidas en la jerga del entretenimiento para adultos oriental como ‘lolis’.
Esto ha generado numerosos debates en la tierra nipona, ya que las autoridades consideran que se traspasa los límites de la legalidad y en ocasiones no se diferencia si son mujeres adultas de verdad o niñas.
Las productoras porno japonesas juegan con las ambigüedades y aprovechan la oportunidad de insinuar el morbo del porno con niñas colocando portadas muy reveladoras. Esto parece generar malestar en parte de la población, pero también es lo que más vende, ya que podemos ver películas porno japonesas posando en tiendas de literatura o manga-anime con estos temas.
Asimismo, como señalamos anteriormente, el uso de elementos fantásticos, como calamares o demonios que violan a las féminas, son recurrentes. Los tentáculos parecen ser los favoritos de quienes consumen porno japonés.
De acuerdo a las estadísticas de numerosas páginas para adultos, el porno con cosplay, es decir, donde se representa a personajes de manga-anime, es otro género demandado. De hecho, el número de películas de acción real basadas en anime es cada vez mayor, sobre todo con el furor mundial de la animación japonesa.
¿Por qué está el porno japonés censurado?
Si alguna vez buscaste o viste porno japonés, seguramente te diste cuenta de que existen escenas y películas enteras que censuran las partes íntimas de los actores, tanto de las mujeres como de los hombres. Algo que para quienes vivimos en occidente llama mucho la atención, ya que estamos acostumbrados a disfrutar de la pornografía en todo su esplendor.
El motivo, en parte, son las leyes niponas que prohíben la distribución explicita de pornografía. En Japón las normas se cumplen a cabalidad. Este puritanismo gubernamental está fuertemente arraigado en la sociedad.
También influye la percepción de los japoneses del cuerpo humano. Para ellos exhibir desnudo es sinónimo de pureza y no son fanáticos del vello púbico e irregularidades en el cuerpo, por lo que las productoras prefieren censurar los genitales.
Afortunadamente, hay un mercado de pornografía ilegal donde encuentras las películas para adultos japonesas sin censura.
